miércoles, 2 de febrero de 2011

Algunas palabras: sobre "El Sacrificio" de Andrei Tarkovsky

“Cuando, tras muchos años de olvido, volví a recordar aquellos versos, palabra por palabra, adquirieron para mí repentinamente la fuerza de una revelación.  Me dio la impresión como si el poeta no hubiera guiado él solo la pluma cuando los escribió en 1826:

Arrebatado por la ambición del espíritu
vegetando en el desierto, se me acercó
un serafín de seis alas
allí donde el camino se abre en cruz.
Con sus dedos de luz
suavemente mis ojos tocó:
Ojos de profeta, sin miedo,
verdaderos, en mí despertaron,
en mi oído penetró su dedo
y lo llenó de sonido.
Y oí el tremor de los cielos,
de los ángeles el vuelo,
del fondo del mar los animales,
del viñedo el crecer junto al suelo.
Y en mi garganta penetró,
arrancóme de la boca mi lengua,
vana, pecadora y temerosa.
Por los impávidos labios
mano sangrienta metió
el sabio aguijón de la serpiente.
Y mi pecho su espado cruzó
a sacarme el tembloroso corazón;
en la herida abierta dejó
carbón ardiendo, de ascua lleno.
Tirado en la arena, como muerto,
me ordenó la voz de Dios:
“¡Álzate, profeta, ve y oye,
Predícame de ciudad en ciudad!
Y caminando de aldea en aldea
quema con tus palabras el corazón."


A diferencia de mis otras películas, Sacrificio, aún manteniendo el carácter poético de mis otras obras, tiene acentos dramáticos mucho más poderosos.

… Sería la respuesta de Dios a la oración de una persona radicalmente decidida a la conversión, que ha quemado todas las naves, que incluso a destruido su propia casa y está dispuesto a separarse de su hijo, a quien ama con locura”.













Andrei Tarkovsky - “Esculpir en el tiempo” (1984)
Alexandr Pushkin, poeta, dramaturgo y novelista ruso.

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